Se utilizan diferentes estilos para envejecer durante determinados periodos de tiempo en barricas. La madera de una barrica de roble aporta notas a vainilla o almendra, las barricas ahumadas como las de Bourbon o Whisky. Las cervezas se colorean y se llenan de notas torrefactas como a café o chocolate. Se utilizan barricas de cognac, calvados, sherry, vino de malaga, tinto o blanco, ron, tequila… Y la cerveza que pasa por ellas se impregna de sus notas tanto en aroma como en sabor. Podemos encontrar casos en los que la barrica contiene brettanomyces o lactobacillus y pueden llegar a ciertos niveles de acidez siempre moderada como en el caso de las Export Stout inglesas o las belgas Aged Pale. Son cervezas que necesitan cuerpo y grado para pasar sin problema por el añejamiento y pueden que mejoren en botella con una guarda en bodega.
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